El escultor Juan José Botella continúa su exploración artística en torno a la relación entre el dibujo y la escultura con su nuevo trabajo en piedra de alabastro. Siguiendo su interés por la materialidad y el vacío, Botella esculpe formas frágiles y orgánicas que parecen desafiar el peso de la piedra, dando protagonismo al espacio que las envuelve. Su obra se entiende como un dibujo tridimensional, donde la luz y la sombra modelan sus delicadas líneas pétreas, estableciendo un diálogo entre lo efímero y lo permanente. En este proceso, el alabastro se transforma en un lenguaje de sutileza y equilibrio, donde la escultura se despoja de su solidez para convertirse en un juego de transparencias y vacíos.