Resumen

Los cuentos de hadas y los mitos son el espejo de la sociedad.

La artista Adriana Duque practica un manierismo fotográfico que explora realidades escenificadas del paisaje social. Sus "cuadros" fotográficos son una puesta en escena de su propia inspiración, cuyo denominador común reside en los encuentros y contrastes entre la alta cultura occidental y sus mitos con la distopía espacial y social de su país. La imagen fotográfica de su obra remite a la pintura, el teatro, la literatura y el cine. A través de ella se percibe el silencio de la pintura, la luz del cine, la inmediatez del teatro y la superficialidad de la imagen publicitaria; son representaciones ficticias escenificadas para la cámara y posteriormente construidas en el ordenador, creando un mundo claustrofóbico y hermético de ilusión y extrañeza.

En las imágenes de este artista hay una continua confrontación entre realismo y fantasía. Anuncian que lo real sólo puede captarse en su esencia a través de la simulación. La idea es lo auténtico y la imagen es la ficción. Aunque parezca lo contrario, su obra no tiene una narrativa concreta, sino que se desarrolla en una serie de acciones sugeridas: más por las implicaciones de la imagen que por sus descripciones. El contenido de estas múltiples capas sugiere estructuras de comprensión a veces demasiado extrañas para ser reales que acaban reforzando la sensación de picardía e intriga que despiertan en el espectador. Como el trabajo de otros fotógrafos contemporáneos, las escenas de su obra están llenas de significados subjetivos en los que cada símbolo está cargado y cada conexión es perversa. Este énfasis en el papel psíquico acaba produciendo lo contrario, y la elaborada estructura simbólica fatiga la coherencia y sugiere la imposibilidad o el rechazo a creer en los principios organizadores de los personajes y la historia.

 

Carlos E. Betancourt

Obras
Biografía

Adriana Duque Nace en Manizales en 1968. Realiza sus estudios en Artes Plásticas en la Universidad de Caldas. Gracias a una beca que le otorga el estado colombiano y a un premio que recibe de la embajada de Francia, se desplaza a la ciudad de Barcelona para iniciar su especialización en fotografía digital y posteriormente viaja a Paris con el propósito de visitar las vastas colecciones de pintura clásica y asistir al Festival Internacional de Fotografía Europea en Arles, sur de Francia.
 
Desde el 2001 la obra fotográfica de Adriana Duque empieza a construirse, las primeras imágenes ya evidencian su obsesión por  la infancia, la infancia como una fase inacabada y permanentemente poseída por los ambiguos personajes de los cuentos de hadas y por  elementos familiares íntimamente vinculados con el ámbito rural.

Con “Ricitos de Oro” (2003), su primera obra de la serie “De Cuento en Cuento” la artista logra concretar un espacio múltiple, híbrido e inquietante en el que los personajes arquetípicos del cuento (Los tres osos y la pequeña niña rubia) son re-interpretados. Así,  en su   versión fotográfica Adriana Duque compone un instante  de “desajuste” , una imagen que a primera vista pareciera tratarse de un colorido retrato familiar, pero que , en el trasfondo, aborda de manera sutil el complejo tema de las brechas sociales.
 
Desde 1998 hasta la fecha, Adriana Duque  ha seguido un continuo proceso de creación, en una búsqueda constante de soluciones visuales que logren situar siempre la realidad en un terreno “movedizo” e inaprensible.
          
Actualmente vive y expone en la ciudad de Bogotá.

Exposiciones
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