Las imágenes fotográficas de Adriana Duque aluden a tradiciones tableux que incluyen los telones de fondo utilizados por los retratistas comerciales del siglo XIX. Las fotografías de Adriana juegan con la idea de una infancia sin fin, complementada con elementos tomados de contextos rurales. La artista ha desarrollado el uso de escenas fotográficas que abordan la identidad adolescente femenina utilizando narrativas fronterizas. Aunque la obra de Duque no parece abordar explícitamente cuestiones psicosexuales, la inocencia perdida de estas niñas se hace evidente en manifestaciones de madurez temprana. En su último proyecto, presentado en Photo London; "Todo lo que intenta revelarse", las famosas princesas de Duque abandonan sus suntuosas coronas doradas para adornarse con sutiles membranas de inspiración vegetal cubiertas de telas ligeras y translúcidas que cobijan pequeños y frágiles fragmentos de una naturaleza aún viva. Un tejido de energía que las conecta y también las aísla; protegen y a la vez atrapan la fragilidad de la existencia femenina.