Resumen

En La Alquimia de la Luz, Las Ánimas —el dúo formado por Trini Salamanca y Pablo Párraga— presenta una serie de tótems realizados en resina que vibran con color, simbolismo y una energía casi ritual. La muestra, instalada en la sala negra de la galería, se convierte en un espacio cargado de misterio, donde la luz y el color son los verdaderos protagonistas.

 

Cada tótem es fruto de un proceso riguroso y artesanal, en el que la resina epóxica se manipula cuidadosamente, controlando temperatura, humedad y catalización. Las formas que emergen son intensas, brillantes, saturadas de color, y se imponen como objetos ceremoniales que parecen canalizar fuerzas invisibles. No son solo esculturas, sino vestigios de una mitología inventada, donde lo esotérico y lo futurista se entrelazan.

 

Inspirándose en estéticas tribales, visiones cibernéticas y memorias inconscientes, Las Ánimas exploran la alquimia de los materiales para crear piezas que desdibujan los límites entre el objeto y su aura, entre lo tangible y lo sensorial. En la penumbra de la sala, los tótems resplandecen: son a la vez artefacto y aparición, cuerpo y símbolo.

La Alquimia de la Luz nos invita a un encuentro onírico donde la intensidad física del color y el brillo táctil de la resina nos transportan a una realidad alterada. En este entorno, la tradición, el misticismo y la experimentación material se funden, dando forma a visiones que parecen venir de un tiempo remoto o quizás aún por venir.