UNAS NOTAS DEL ARTISTA
La peste mundial de 2020 ha supuesto el final del mundo conocido hasta ese momento. El desmantelamiento y suspensión de todos los proyectos, intervenciones y exposiciones, públicas y privadas, previstos para el siguiente periodo de dos años o más nos ha hecho replantearnos la forma de trabajar. Desde principios de los 90 la mecánica había consistido en desarrollar proyectos que respondieran a un discurso determinado, en contraposición a lo que venía de los 60, 70 y 80, en que el objetivo era la creación de cada obra, quizás desarrollando una pequeña serie de investigación, o de variantes, o trabajo de prueba-error pero buscando una creación al final del camino. Proyecto vs Obra/objeto.
El largo confinamiento de 2020, casi cuatro meses en un piso, desembocó en una temporada en la playa, en el Mediterráneo, con las costuras mentales un poco dadas de sí, una resma de papel Michel de 112 x 76 cm y acrílicos y carboncillos para pintar sin proyecto.
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Me puse a trabajar sin premisas previas, sin objetivos racionales, sin plan. Papeles sobre una pared o sobre el suelo y dejar correr la mano hurgando entre los pliegues de la memoria, del subconsciente. Recuperando, esto lo sé ahora, el placer de pintar. Sin responsabilidad alguna, al no haber un proyecto ni un objetivo. Solo rellenando papeles sin miedo, para nada, porque sí. Empezaron a salir cosas insospechadas. Opiniones a mi alrededor, según subía imágenes del proceso a las redes, relacionaban el resultado con la obra de mis comienzos a principio de los 80, como si fuera una vuelta a la irresponsabilidad de la juventud. No me había dado cuenta hasta que me lo dijeron.
Personajes actuando unos sobre otros. Esto es lo que me salía, lo que la mano hacía a su libre albedrío. Descubrí que las historias bíblicas de nuestra infancia, de nuestra educación judeo cristiana, casi tratadas en un tono mitológico, como cuentos maravillosos, están impresas como paradigmas en nuestro disco duro y brotaban como justificación, como explicación o como excusa para continuar con la siguiente imagen. Luego, así funciona la cabeza en libertad, las Sagradas Escrituras se convierten en la traza que ayuda a que la mano tenga que pensar menos aún. Que su movimiento automático, rápido, sorprendente. Y así dos tipos peleando son Caín y Abel; hombres y mujeres son Sansón y Dalila o Judith y Holofernes … -
Las fuentes de cada uno son muchas y complejas. Las mías salen en este trabajo sin poder ocultarse: el expresionismo alemán, que considero el gozo de la pintura feroz y libre como de condenados a muerte que no tienen nada que perder. El Pop americano de los 60 y 70, con su sentido de la intrascendencia, de la estética y sobre todo la vocación de llegar al máximo de gente posible. De la huida de las sectas de iniciados y de metalenguajes.
Y el cine, los comics, la televisión y todo lo que es el mundo que nos ha tocado vivir en este siglo XXI .Este último invierno, el de la nevada apocalíptica y la confusión pandémica, he revisado y completado la obra ya en Madrid y añadido algunas piezas nuevas a la serie. Quizás subrayando la vertiente pop y urbana de un trabajo que comenzó en el campo junto al mar.
Solo añadir que el título ESCRITURAS responde a la temática bíblica por un lado, pero sobre todo a la utilización de textos escritos sobre las pinturas como un elemento mas para construir una imagen que quiere ser una historia, una sensación, un estímulo y enriquecer en definitiva un pequeño espacio del mundo por un breve tiempo. -
El artista Javier de Juan reflexiona sobre su trabajo. Escrituras 2021
Tras el duro confinamiento en Madrid, el artista madrileño Javier de Juan se instaló durante unos meses en un lugar costero del Mediterráneo, equipado y acompañado por un buen número de hojas de papel, acrílicos y carboncillos, y, sobre todo, con muchas ganas y necesidad de abrir nuevos cauces de creación y más importante aún, con el decidido plan de no tener ningún plan. Como él mismo indica “dejar correr la mano hurgando entre los pliegues de la memoria, del subconsciente”. Dejar que el puro placer de pintar -un elixir cada vez menos consumido por muchos pintoresllenara sus días y sus noches. Asi surge "Escrituras" Un peculiar imaginario bíblico.